Hola Ganadores!
Ya desde hace unos meses que vengo insistiendo en la importancia de nuestra actitud ganadora para emprender. Ayer empezó el mundial de fútbol y para muchos de nosotros, implica un montón de emociones e ilusiones depositadas en nuestros equipos.
La Celeste despierta una pasión impresionante y nos llenamos de emoción en la previa y en los partidos. La realidad es que más allá de los diferentes niveles técnicos de las selecciones, llegar a esta etapa definitoria implica que el equipo ya luchó mucho por clasificar.
Durante el mundial, la diferencia entre los equipos va a estar en lo técnico si, pero sobre todo en la mentalidad para afrontar semejante presión y desafío. En los papeles hay partidos que parecen ya ganados de antemano y otros perdidos de antemano. Pero la realidad es que se juegan 90 minutos donde hay que demostrar lo que se tiene. Los nervios pueden jugar una mala pasada a jugadores de un nivel tremendo, el factor suerte de alguna pelota y muchos otros factores entran a jugar. El sentimiento de pertenecer a un equipo ayuda a manejar la presión depositada por millones. Pero con una actitud ganadora es que se puede hacer la diferencia.
Hay muchos que hablan de La Celeste y hablan de la “garra charrúa”. Hace años eso implicaba salir a marcar como un desquiciado y que festejáramos una recuperación de pelota con un roscaso a la tribuna.
Eso cambió por suerte. La garra Charrúa se transformó más en una actitud.
Un gran amigo apasionado del fútbol, Santi Cazales, fue quien nos habló hace años de la actitud ganadora de la selección. Y estoy totalmente de acuerdo. Ese cambio de actitud fue parte de un proceso que se dio desde la dirigencia y que implicó una revalorización de la camiseta, de lo que es representar a un país mediante un deporte, de la humildad y del deber que se tiene a la hora de la performance, a la hora de la verdad. También comprender que los éxitos del pasado no implican para nada que tengamos éxitos en el presente o futuro. Eso depende de nosotros, de lo que hacemos hoy para salir a ganar. El éxito no es más un premio a alcanzar. El éxito está en el viaje. Lo repite incansablemente el técnico de la selección el maestro Tabarez: “El camino es la recompensa”.
Ese ejemplo puede ser trasladado muy fácilmente como una analogía de lo que hacemos como emprendedores. Hay momentos en que vamos a tener que competir contra una corporación muy establecida, que juega en la liga de campeones. Aunque seamos una start-up pequeña y parezca que no tenemos chances, el partido se juega igual. Y si salimos con una actitud ganadora tremenda, la magia se puede dar, ellos en su mente ya ganaron el partido y eso juega a nuestro favor. Hay que creer en uno mismo y en nuestro equipo sobre todas las cosas. Amar nuestra camiseta, entender por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo y sentir que nuestro proyecto va a prosperar. Siempre hay que salir a ejecutar con pasión y competir con la cabeza de un campeón. Hay que creérsela! La competencia más grande es contra nosotros mismos, superarnos depende de nosotros, solo de nosotros.
Les deseo el mejor de los éxitos a La Celeste y a todos los emprendedores del mundo que salen a lucharla con actitud ganadora!