Hola ganadores!
Quería compartir con ustedes este tercer post y tocar otro tema importante para seguir trabajando en la actitud ganadora.
La gotita de agua que con tiempo llena una piscina.
En una de mis primeras experiencias laborales, mientras estudiaba en la universidad, tuve la suerte de tener un mentor veterano japonés que me marcó mucho con su visión y forma de llevar adelante la ejecución.
Hirotake Fujisawa (Fuji, para los amigos) era un tipo aguerrido, educado en el Japón de la posguerra con una disciplina digna de un Samurai.
Desde el día uno, recuerdo que me insistía en que en Japón lo más importante a nivel empresarial era el Kaizen. Yo me acuerdo que busqué por todos lados a ver que quería decir. Básicamente la traducción era: mejora continua y decía también que era una filosofía de vida. Y yo pensaba que él hablaba de la mejora continua de los procesos de producción industrial porque era su rubro.
Él la había aplicado con mucho éxito hasta jubilarse como CEO de una gran trading industrial y luego se dedicó a ser mentor y jugar al golf full-time. No se de su paradero, seguramente ya esté muy veterano en algún lugar del mundo junto a su familia.
Lo increíble de todo esto es que con los años, haciendo cosas totalmente diferentes me cayó la ficha de lo que realmente me quería enseñar con eso del Kaizen. Volví a ver esa palabra en un montón de libros de management pero recuerdo el shock cuando la vi en un cartel de un workshop de holandés mientras luchaba contra la frustración de lo complejo y tedioso que era aprender el idioma del país que me adoptó. La clave estaba de nuevo en el Kaizen.
Fuji siempre hablaba del poder de la gotita de agua que puede llegar a llenar una piscina si le das tiempo y continuidad. Con esa disciplina japonesa el foco de su actitud ganadora estaba en la consistencia. En avanzar aunque sea a paso de tortuga pero avanzar consistentemente. Y en ese avanzar ir aprendiendo y mejorando el proceso, pero sobre todo mejorando a la persona, mejorándome a mi mismo como emprendedor. Muchos de los conceptos de Lean* los aplicaban los japoneses hace décadas junto con la filosofía del Kaizen.
Esas curvas de aprendizaje que los llevaron a ir mejorando los procesos de calidad al punto de lograr la excelencia no los hicieron en una carrera de 100 metros llanos a toda velocidad. Les llevaron décadas de esfuerzo continuo. Es un trabajo de maratonista, es un trabajo de largo aliento. En esto de emprender muchas veces vamos a tener impulsos energéticos y bajones también. El sprint, meterle toda la fuerza a un proyecto por un período corto y luego aflojar es más tentador que ir a por una meta más grande. El éxito está en lograr consistentemente seguir mejorando, avanzar, evaluar, aprender y seguir avanzando y mejorando continuamente.
El desafío está en lograr mantener esa constante en el tiempo. Esto es mucho más difícil que meterle fuerte un día y relajarnos al siguiente, es menos visible, es un esfuerzo casi silencioso. Pero es un motor tremendo y esa actitud la tenemos que incorporar como emprendedores para salir a ganar.
*Lean (primero a nivel industrial en los 70´s y hoy adaptado por Ries al LeanStartup que en otro post desarrollaré más adelante y están muy de moda, se están utilizando a nivel transversal en todas las industrias del siglo XXI)